31 de enero de 2010

El Cavernal SinBozal.

Cerril, tosco, de burdas maneras y una escasa cultura producto del continuado estudio estéril de la teología -pues supuestamente es doctor en ésta- el 'cardenal' Juan Sandoval de Guadalajara Jal. es un epítome de la estrechez de pensamiento, fundamentalismo e integrismo religiosos, y un rescoldo de la antigua mochería tapatía que tanto abonó al terrorismo cristero (v.g. Anacleto González).
Éste señor se dedica sobre todo a manejar la política del estado vía sus entenados enquistados en el gobierno, del gobernador para abajo, imponiendo su obtusa visión católica a la sociedad tapatía, por ejemplo, ya logró que se penalize el aborto sin distinción de violación, peligro de muerte o edad y probablemente ahora que se legisló el matrimonio homoparental en el DF tratará de que se pase una ley imponiendo el matrimonio entre hombre y mujer como el único y legal, al rato todas las demás concepciones de familia que componen la sociedad serán ilegales! (me lleva, nos obligarán a casarnos a los solteros??)

También es de la opinión que la 'desintegración social' es culpa de las mujeres que buscan su superación estudiando y/o trabajando; para este señor la mujer debe ser como la proverbial escopeta: en casa detrás de la puerta y cargada, así o más cerril?

Todo esto viene por la publicación este fin de semana del 'Semanario', órgano de difusión (léase: adoctrinación) del cerril Sandoval, donde sin vergüenza alguna y en el tono más amarillista y escandalizado que se pueda declaran que si se legalizan las bodas homoparentales entonces se debería legalizar la droga -dios mío!- los asesinatos -santa virgen!- y hasta el robo -jebús!!-
Lean y carcajeénse:
Adopciones por ley, equiparables a legalizar el narco.

O sí, porque siguen insistiendo, única bandera que puede aún engañar a algunos incautos, que los hijos adoptados por parejas homoparentales serían víctimas de discriminación -ya lo son por parte de la misma iglesia(s)-, que serían expuestos a abusos -y los curas pederastas?- y que tendrían graves daños psicológicos por falta de algún rol parental, padre o madre -pero no mencionan el daño a la psique que toda religión causa-.

Finalizo parafraseando su mismo escrito: "Al margen de falacias, lo que debemos denunciar es que se utiliza a los menores como instrumento de presión ideológica. No se puede aceptar que los más inocentes se conviertan en herramienta reivindicativa de arcaicas religiones que buscan imponerse su estrecha visión sobre la sociedad buscando un integrismo fundamentalista con el gobierno".

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